jueves, 16 de mayo de 2013

¿Qué nos enseña entonces Cómo conocí a vuestra madre?


Que puedes hacer lo que te dé la gana. Ser un golfo de la vida y tratar al mundo como quieras, que al final, los “malos” se salen con la suya. Basta con redimirte un poquito y ala, el mundo a tus pies. Consigues la chica que quieres, el trabajo que quieres o, en general, lo que quieras. No hace falta ser honesto.

Pero hay una segunda lectura, escrita entre líneas y oculta a simple vista. Que Robin podía elegir la caja o el barco. Y, como es costumbre, eligió la caja. Puede que “la caja” sea esa persona con la que tienes algunas aficiones en común, pero cuando se trata de momentos importantes, es “el barco” quien está con ella. Pero claro, te dejas llevar porque con “la caja” puedes hacer un hit those five muy coleguero.

Si Ted era idiota, Robin es estúpida.

En la serie nos venderán la moto de que al final todo sale fantástico. Los que hayan visto los últimos capítulos sabrán a qué me refiero (por qué el colgante no está en la caja). Pero en la realidad, las cosas no van así. Robin no solo eligió mal decidiéndose por “la caja”, sino que ya no puede volver atrás y elegir “el barco”. Por una razón muy simple: nada de lo que hagas hará que ya “el barco” sea una segunda opción que se ha desvivido por ella y ella no lo ha apreciado.

De algún modo, me siento identificado con Ted. Yo mismo he sido parte de una relación asimétrica donde mi pareja era mi mejor amiga. Yo he sentido lo que siente Ted cuando eres capaz de hacer lo que sea por esa otra persona. Luego me di cuenta de la realidad, de esa asimetría donde solo yo estaba dispuesto a eso. Pero mientras no lo vi, mientras creía que los dos éramos iguales en ese sentido, fui feliz.

¿Por qué no ir de macarra de la vida? Porque es una forma pobre de actuar que te traerá cosas pobres. No solo hablo de tu pareja, sino en general de todo. Si eres una persona que menosprecia a los demás, no entablarás buena relación con nadie a quien le guste que le aprecien. Pero si tratas bien a los demás, un día te encontrarás con alguien a quien le guste eso. Un amigo, una pareja o simplemente un compañero de trabajo. Y entonces tendrás una relación con esa persona mucho más íntegra de lo que ningún “macarra” barato vaya a tener jamás.

Si alguien ha entrado creyendo que iba a leer algo interesante y se ha encontrado estos dos ñordos, siento la decepción. Ha sido un día extraño y necesitaba soltar esto, aunque sea para darme a mí mismo un mensaje de esperanza. El mensaje de que, igual que Ted, cuando encuentre a “la madre de mis hijos” (si algún día los tengo), será la persona adecuada. Y mientras, espero forjar una buena historia que contar algún día.

No hay comentarios: