martes, 10 de diciembre de 2013

Ridley Scott ya está chocheando

Aviso: altos niveles de spoiler a lo largo de esta crítica

Cualquiera que me conozca sabrá que no soy especialmente cinéfilo. Es decir, veo pelis, la mayoría me gustan para pasar el rato y otras me parecen obras de arte brutales. Pero no soy especialmente crítico y es raro que yo diga “he pasado un mal rato viendo esta peli”. Hasta ayer.

Ridley Scott, director de peliculones como Blade Runner, Alien o Gladiator, ha perpetrado una bazofia de proporciones catatónicas a la que incomprensiblemente ha llamado “El Consejero” (luego veremos por qué).

Antes de entrar al trapo, quiero explicar este acceso de ira homicida del segundo párrafo. Como comentaba, no soy especialmente cinéfilo. Algunas pelis me marcan de sobremanera, me entran ganas de verlas de nuevo y quedan en mi memoria por diversas razones: escenas de acción brutales, diálogos profundos o personajes carismáticos pueden ser algunas de dichas razones.

Luego están las pelis que ni fu ni fa. La ves por alguna razón concreta, echas el rato y listo. Esa peli no queda en tu memoria más allá que como un “psché”, un poder decir “sí, esa peli la vi, tampoco me pareció gran cosa”. No voy a comentar qué pelis caen para mí en este saco que no quiero que nadie se me eche al cuello xD

Pero amigos, hay una tercera categoría. Una donde solo van los peores esperpentos. Y no hablo de pelis planas o poco emocionantes. Esas van a la segunda. Hablo de ñordos catatónicos, despropósitos a propósito y, en general, bazofias que simplemente no hay por dónde cogerlas. Y aquí es donde cae la “obra” de la que vamos a hablar aquí y razón por la que digo que a Ridley Scott (a partir de ahora RC) se le están aflojando las tuercas.

El argumento

Me gustaría empezar por este punto. Y digo me gustaría porque lo cierto es que no me quedó muy claro. En efecto, después de 2 horacas de peli no sé muy bien de qué fue.
Te dan a entender (aunque no sé bien qué tiene esto que ver con los protas) que van a pasar mogollón de drogas de México a EEUU para venderla y sacar pasta. Tons of pasta.

¿Por qué hacer esto? Bardem es un tío con dinero, una Cameron Diaz golfona y mogollón de party hard en su casa. Abogado* es un tío que va a Ámsterdam a por un pedrolo de diamantes para pedirle matrimonio a Pe(nélope Cruz), su mujer, en una casa que ya la quisiera yo para mí.

Pues el motivo por el que hacen lo de la droga es por dinero. Pero no por avaricia, que bien claro que lo dejan. Es porque necesitan dinero. Pobrecillos ellos. Cómo se nota que estamos en tiempos de crisis.

“Pero Enrique, has mencionado a cuatro de los actores principales, ¿qué pasa con Brad Pitt?”. Pues esa pregunta estuve haciéndomela yo la primera media hora de peli. En serio. Brad tarda media hora en aparecer.

Las apariencias no sé si engañan, pero descolocan

Intuyo que la estética de la peli es algo que querían que tuviera carisma. Para empezar, allí nadie tiene perros. Todo el mundo tiene uno o dos guepardos. Los sacan a pasear en el coche y a cazar conejos.

Como la peli está ambientada entre México y el sur de EEUU, todo son desiertos, camisas de cowboy, vaqueros y desiertos. En cuanto al personal, casi todos son muy morenos y hay muchos mexicanos diciendo constantemente “pinche wey”. Supongo que los mexicanos solo saben decir eso, menos Mirna, que a ella la conozco en persona y sé que sabe más palabras.

Y claro, estamos hablando de gente con mucha pasta. Visten con peinados bicolores en caso de las tías y peloelectrocutado en caso de los tíos. Si te tienes que pintar las uñas, que sea de un color como plata. La barba que te dejes ya puede ser con un afeitado exótico. El traje chaqueta blando es el chándal allí si eres tío. Si eres tía, procura que Lady Gaga parezca normal a tu lado. En definitiva, todo tiene un aspecto muy empatizable.

Aportación a la causa

Quiero comentar lo muy mucho que aporta cada personaje a la trama de la peli. Vamos por partes.

- El Abogado. Probablemente es el personaje más desconcertante. Quizás hayáis visto antes un asterisco. Os comento el por qué: la peli se llama el consejero. Él es el consejero. Pero alguien en traducción decidió que mejor decir que era el “abogado”. De verdad, no sé cómo se llama este tío porque no pronuncian nunca su nombre. Creo que hasta su mujer lo llama así.




El caso es que la peli empieza con este señor comiéndole to lo d’abajo a su novia, Pe. Entonces se va a Ámsterdam a comprarle un pedrusco brutal para pedirle matrimonio en un restaurante donde el bollo de pan puede costar 10€ easy.  Pero como se ve mal de dinero, decide meterse en el negocio de la venta de drogas. Es que se supone que su condición de “abogado” le permite tener algún tipo de ventaja al respecto.

En algún momento, sorprendentemente, algo sale mal en el negocio. Secuestran a su mujer. Vemos cómo él lo pasa fatal y al final le mandan un disco en el que pone “hola!”. Así, sin la apertura de exclamación. Eso significa que han matado a su mujer. “Pero algo le habrán dicho mientras, le habrán intentado extorsionar o algo ¿no?”. No. Nada. La secuestran, la matan y punto.

- Javier Bardem. Es una especie de tío de negocios, fiestero y desfasado. Es el que contacta con alguien para llevar a cabo la movida con sus colegas de la droga. No hace nada en toda la peli salvo soltar chorradas. Va de entendidillo y solo tiene ostias como panes. Su única aportación es al principio de la peli. Te habla de un aparato al que se engancha un hilo metálico irrompible, lo atas alrededor del cuello de alguien y el aparado aprieta hasta que decapita al pobre desgraciado. Lo que me extrañó es que solo una persona muere así en dos horas de peli.




Cuando el plan sale mal, tiene que huir como una perra. Se lleva a sus guepardos con él. Lo persiguen en coche hasta acorralarlo. Escuchamos a un mexicano decir “no lo maten wey, lo queremos vivo nomás”. Javi sale del coche pipa en mano, se lían a tiros hasta que un pinche wey le mete una bala entre ceja y ceja, pero desde detrás. ¿Y qué trascendencia tiene la muerte de este hombre? ¿Alguien va a recibir una paliza por ello? No. No pasa nada. Se murió y dio igual.

- Brad Pitt. El cowboy hortera lleno de pulseras. Su misión en la peli es ser el tío al que avisan de que el plan ha salido mal. El resto de escenas son para decirle al abogado que es idiota, que todo va mal y que no sabe dónde se ha metido.




Os he dicho que solo hay una persona que muere decapitada. Es él. Le roban el maletín con el portátil para hackearlo, y de paso, lo matan en pleno centro de Londres. Le roban el dinero y fin. Ha salido en cinco escenas de las cuales solo importaba una.

- Pe(nélope Cruz). Es la mujer del abogado. Su función es preguntarle a su novio cómo puede comerle tan bien tol potorro, decirle a Cameron que es cristiana y se confiesa, aceptar el pedrusco que su novio (a partir de ahora, marido) le trae de Ámsterdam y dejarse secuestrar por intentar quedar con Abogado. No hace nada más en la peli.




Si os habéis fijado, llevamos cuatro personajes comentados. Ninguno de ellos ha hecho nada relevante por la trama de la película. No ha movido drogas, no la ha cagado, no ha matado o extorsionado a nadie. Pues tal cual: de cinco protagonistas de renombre, cuatro sobran.

- Cameron Diaz. Es la única que hace “cosas”. Es decir, no sabemos bien qué, pero tiene conversaciones por teléfono, escucha gente a escondidas, habla en tono de “soy to malota”, etc. Sabemos que es la que maneja el cotarro e intuimos que es la que manda matar gente a mansalva. Yo creo que su función real en la peli es vestir raro y darnos coba.





Escenas que son la esencia

Los cinco actores principales ocupan aproximadamente una hora y media de las dos horas de película. Es decir, nos queda media hora de personajes secundarios para transmitir algo. En esa media hora tenemos:

- Mexicanos diciendo “pinche wey” para orientarse en la carretera para llevar la droga. Todos son feos y están muy sudados. Si eres un mexicano guapo olvídate de triunfar en Hollywood.

- Toby Kebbel, prota de Rocknrolla, sale para acusar al Abogado de que es un chungo de la vida y peor persona de lo que parece delante de su mujer (de la del abogado).

- El Abogado visita a una presidiaria que le ha asignado el estado. Al hijo de esta lo han encarcelado por una multa de velocidad. El abogado paga la fianza para hacerle un favor a la señora.

- El susodicho chaval, apodado “el aguijón verde” por una Kawasaki que tiene de dicho color, recoge un cacharro (intuyo que el estrangulador que os comenté antes) y se lo mete en el casco. Le tienden una trampa para que se coma un hijo metálico que lo decapita. Digamos que este es el hecho en el que el plan se va al traste y se supone que la unión con la trama es que el Abogado pagó la fianza del chaval.**

- Aunque no sean actores secundarios, Javi y Cameron salen al principio bebiendo cócteles mientras los guepardos cazan. Ya está.

- Con su mujer secuestrada, el abogado se va de bar en bar y habla con otro abogado, uno sudamericano. Este le dice que su mujer va a morir y tienen una conversación trascendental sobre el mundo que se crea entorno a las decisiones que tomamos. Dicha conversación es de lo poco que se salva de la peli.

- Cuando le mandan el disco que le dice al Abogado que su mujer está muerta, a continuación vemos cómo tiran el cadáver a un vertedero. Quizás más que ver lo intuimos, pero aceptaremos barco.

- Hay varias escenas un poco confusas sobre cómo unos y otros personajes que no aportan nada van robando el camión lleno de droga.

- Otra escena en un taller en la que vemos que de los cuatro bidones que transporta el camión, uno tiene un cadáver. Más pinche wey hablando de cosas banales.

**Resalto esta escena porque digamos que es la clave del argumento. Aquí es donde “empiezan a pasar cosas”. Y entre comillas, sí. Lo que me sorprende es que hasta este punto ha pasado una hora de peli. Habéis leído bien, UNA HORA. Una hora en la que no pasa casi nada. En la que los sucesos en otra peli te los pondrían en los créditos del principio, como pasa por ejemplo en Watchmen.

La única escena que se salva

Sí, queridos lectores. Si alguien pudiera decir que esta peli merece la pena por alguna razón es lo que voy a contar ahora.

Javi está hablando con el Abogado de gilipolleces, para variar. Y se pone en modo machista diciendo que preferiría olvidar no sé qué cosas. Aquí quiero hacer un inciso. Si un tío con las pintas y la vida del personaje que interpreta Javi te dice “quiero olvidar cosas”, a mí lo último que se me ocurre es preguntarle el qué. Se ve que el Abogado no tiene ese filtro anti spam que tengo yo implantado en el coco y coge y se lo pregunta. Imaginad que el siguiente párrafo es la respuesta de Javi.

“Se tiró a mi coche. Sí, tío, tal como te lo digo. Estábamos en el descapotable, paramos y se bajó. Me dijo que me quedara ahí. Se subió al capó de mi coche, se abrió de patas –es que fue bailarina- y empezó a refregarse contra el parabrisas. Parecía un puto pez de esos que están en los acuarios chupando todo lo que cae en el cristal. Me echó esa mirada como de que estoy mirándola. No, si te parece me iba a poner a programar el reloj, pues claro que miraba.”

Bien, esto no tendría nada del otro mundo de no ser porque la narración es totalmente inútil: se ve cómo Cameron (bueno, una doble, que no sé yo si esa mujer está en edad de hacer esas cosas) hacía explícitamente todas y cada una de las cosas que iba contando Javi. Os prometo que pocas veces me he reído en mi vida más que con ese momentazo.

Epílogo

Una película de tales dimensiones no podía acabar menos que brutalmente.

Nos situamos en el momento en que hace rato que Javi ha muerto, no hace mucho que hemos visto el cadávez de Pe en un vertedero y al Abogado llorando y lo último que hemos visto son las arterias carótidas de Brad bañando de sangre una calle de Londres llena de gente en traje de chaqueta.

El tío que le ha robado el maletín a Brad entra en un coche de lujo y se lo da a Cameron. Ella hace el paripé de robarle el dinero al señor Pitt.

Luego queda para cenar con un tipo que no ha aparecido en toda la peli. Un señor que nadie sabe quién es, así que nos dicen que tiene mujer e hija, si no recuerdo mal. ¿Dónde quedan esas familias que no se pueden contar ni con los dedos de todo el cuerpo? Qué poca vergüenza…

Y se acabó. De verdad. En esta escena se acaba la peli. No hay giro argumental al final. No hay escena brutal ni trama reveladora. El que estuviera delante de mí tuvo que escuchar mi frase “no se irá a acabar ahora ¿no?” a tres segundos de que aparecieran los créditos.


Gracias a todos por leer. Me he quedado como cuando llevas tres días estreñido y tu culo revienta por dentro. Esta peli ha sido un malgasto de dinero. Antes me tomaría un par de vasitos de ácido corrosivo que volver a verla.

Como decía al principio, hay pelis que no me gustan pero echamos el rato viéndolas. Esta no quiero volver a verla porque es aburrida hasta la extenuación. Advertidos estáis si vais a verla.

martes, 26 de noviembre de 2013

No ha sido casualidad, ha sido una posibilidad como otra cualquiera

Hoy he leído una conversación sobre no sé qué del libre albedrío. No voy a entrar en detalles, solo os digo de qué os voy a hablar.

Resulta curioso que hablar de ciencia y cosas precisas no es bonito. En serio. Dices que te gusta estudiar, aprender, tratar de ser más inteligente cada día y te miran casi mal. Como de engreído sabelotodo. Aunque si lo supiera todo, no tendría nada que aprender.

Pero voy más allá. Si dices que es el destino el que ha hecho que los caminos de dos personas se crucen, resulta muy romántico. Si dices que no era más que uno de entre todos los sucesos posibles, ya no. Resulta friki en el mejor de los casos o un pensamiento frío y casi desmotivador en el peor.
¿Desmotivador por qué? No sé si alguien de los que me lee es consciente. Pero cada segundo de nuestra vida, cada decisión basado en un sí o un no hacer algo genera un entramado de posibilidades tan inimaginable que necesitarías más de una dimensión para expresarse casi con total seguridad. Y de ese entramado de posibilidades, ahí estás tú, con esa posibilidad casi imposible, de probabilidad nula, pero ahí está. Como una hora concreta en un reloj, con sus minutos, segundos, nanosegundos… ¿No es eso maravilloso? ¿Por qué no?

Pues porque preferimos ver lo que nos han enseñado a ver. Lo que las canciones genéricas de los cantantes conocidos nos dicen: que el destino es el que mece la cuna de la que en realidad nunca salimos.

Pues esta noche me van ustedes a permitir ponerlo un poquito en duda. Y de paso, les dejo con uno de esos vídeos que despiertan pocas empatías, pero cuando las despiertan lo hacen bien hecho.

miércoles, 16 de octubre de 2013

No temas

A menudo no hacemos cosas por temor a que se rían de nosotros o piensen que lo que hacemos es ridículo. Es una pena, porque eso significa que no lo haces porque quieras hacerlo, sino para obtener el reconocimiento de alguien.

Hoy he aprendido que si quieres hacer algo, hazlo. No temas que te juzguen, al menos no lo temas más de la cuenta. Es posible que se rían de ti, y que te siente mal, por supuesto.

Pero ¿sabes por qué merece la pena? Porque en algún momento encontrarás a alguien por quien merezca la pena hacerlo. Alguien que te diga “haces que me ilusione”. Y, amigo, en ese momento lo que opine el mundo te importará, parafraseando a un profesor, tres cabezas de carajo.


Y a dormir, que mañana toca entrenamiento. 

lunes, 14 de octubre de 2013

El flipatleta

Os dejo con un artículo que me pasó mi colega Juan. Habla de triatlón, pero es fácilmente extrapolable a cualquier ámbito de nuestra vida. Yo lo extrapolaré con Magic, pero eso será otro día, no hoy.
Sin más, os dejo con el susodicho. Podéis ver el original aquí: http://www.maldangoratri.com/?p=961

EL FLIPATLETA

He aprovechado estos dias de relax en la playa para recordar las cosas que mas gracia me han hecho en esta primera temporada como triatleta globero. En cualquier disciplina deportiva hay 2 grupos de deportistas, los profesionales y los globeros. Globeros hay mejores y peores, los hay incluso que ganan carreras y se sacan un sobresueldo, pero siguen siendo globeros. Recordando todas las tonterias que he visto en el triatlon, me he dado cuenta de que en este deporte hay una tercera categoria de deportista: el flipatleta. Un globero muy flipao.
Ondarroa, nuestro primer triatlon individual. Paseito para aplacar un poco los nervios. Ibamos hacia el puente para ver el circuito de natacion. No se me olvidara el careto de Pedro. Un tio que ha corrido la Pierra-Menta de esqui de travesia, el marathon de Nueva York, y un monton de diferentes pruebas de nivel, … Un tio muy fuerte que ademas viene del mundillo del esqui en invierno y del surf en verano, vamos, con el culo pelao de ver tontos por el mundo. Y el tio flipaba en Ondarroa. Javi, tio, que de todos los que he visto no ganamos a ninguno. Pero que pasoteeee. Mira eseeee, menudo mazas. Y ese??? Joder que bici. Has visto a ese otrooooo??? Pero si parece un jeiperman. Pero tio, has visto algun globero??? Que no hay globeros. Que solo estamos nosotros. Que son todos profesionales. Donde cojones nos hemos metido???
Y la verdad es que el triathlon asusta un poco. Sorprende no ver globeros. Haberlos, haylos, pero no los ves. Es un tema de dinero. Por un lado, del mucho dinero que se gasta la gente en material y mariconadas fosforitas. Y por otro lado, del poco dinero que desgraciadamente mueve el triathlon. Si moviese mas dinero no pasaria lo que voy a contar ahora. Acaba de ganar Usain Bolt la final de 100m del campeonato del mundo de Moscu. Os imaginais que, 10 minutos despues de correr el jamaicano, salen otros 100 globeros al estadio moscovita ordenados por grupos de edad y se ponen a correr los 100m?? A que suena a broma. Pues esto pasa en el triathlon. Cualquier tonto (con perdon) paga una simple inscripcion y puede correr al lado del actual campeon del mundo o campeon de europa en la carrera que elija (Abu Dhabi, Barcelona, Lanzarote, Frankfurt, Vitoria, …). Y esto al tio coherente no le afecta, pero al tonto le da un plus. Si ya era tonto, esto le remata. Y ademas, si el tonto tiene acceso a internet ya te cagas. Porque encima te lo cuenta. Y este es el FLIPATLETA, un globero muy flipao que practica triathlon y tiene internet a mano.
El flipatleta es bastante mediocre compitiendo, pero es bueno con las excusas. Nunca le veras entre los 5 o 10 primeros de una carrera, pero quejandose es muy bueno. Si lees todo lo que entrena, lo que se cuida, lo que planifica, … da a entender que es profesional y casi campeon del mundo. Pero siempre le pasa algo. En las competiciones no rinde. Y claro, aparecen las excusas. Es un autentico pupas. Puede ser un problema fisico, de material, … Lo que se le ocurra, vamos. Un dia le falla la bici, otro el pulsometro, o el gps. Las gafas se le empañan, el neopreno se le inunda o la bici no le arranca.Cuando se le acaban las tipicas, se hace un analisis y descubre que le falta algun mineral basico en su organismo. Y al final dice aquello de “yo es que trabajo y tengo familia”. En una misma temporada pueden aparecer 10 o 20 excusas distintas. Es increible. Y lo tranquilo que se queda.
En las fases previas de entreno y preparacion, cuando todavia no es necesario recurrir a ninguna excusa, el flipatleta es mas poeta, mas  sentimental. Dispone de un amplio catalogo de citas epicas. Suele decir aquello de “solo se que no se donde esta mi limite” o aquello otro de “no te rindas nunca, nunca jamas”. Tengo una anecdota de hace poco. Con esto de la jodida crisis, uno que pierde el trabajo, momentos de  bajon, de desesperacion, de replantearse el futuro. Le ves un dia leyendo un libro titulado “Cambio de vida. Como me hice rico”. Veridico. Sin mas, no viene al caso mi opinion sobre los libros de automotivacion, liderazgo, … y los flipaos que los leen.
Ademas de por los libros que lee, al flipatleta le reconoces porque no puede entrenar los dias de tormenta. Con la electronica que lleva encima le caen todos los rayos. Se mide el pulso, la cantidad de oxigeno que procesa, los wattios que genera, y hasta el coeficiente aerodinamico de sus orejas. Ha probado ya el plato ovalado, y tiene ganas de probar uno cuadrado. No duerme. Tiene que procesar los datos de cada entreno y no duerme. Saca graficas y mas graficas, resume los datos y los compara. Suelen ser curiosas las conclusiones a las que llega, ya que a pesar del metodo cientifico, de las horas que mete, y de la pasta que se gasta, siempre aparece una variable no controlada que le putea. Siempre. Un sinvivir, vamos. Es tipica una frase de este estilo: “jueeeeee, como es posible, si he mantenido los wattios y las orejas sin desplegar durante toda la carrera. No entiendo lo que ha pasado. Seguramente tengo el powertapp descalibrado”. Porque el tema de los wattios es mundial. Ahora que se ha puesto de moda medir la potencia. No entiendo como se podia entrenar hasta que aparecieron los medidores de wattios. Sin duda, va a revolucionar el triathlon. Y el mundo de las energias renovables. Fuera los parques eolicos y los parques solares…. conectemos a los flipatletas al tendido electrico durante las pruebas. Celebremos las pruebas en ciudades con tranvia y aprovechemos los tendidos del tranvia para conectar a los flipatletas. Con la energia y potencia que dicen algunos que generan, se podrian abastecer barrios enteros.
Y siguiendo con la tecnologia punta, que daño han hecho tambien al triathlon las medias de compresion. El flipatleta se las calza tres dias antes de la pueba y no se las quita hasta una semana despues. En pruebas de cierto nivel, tipo Challenge, generan cierto espectaculo. Se pasean por el centro de la ciudad con aire de triatleta. Merece la pena sentarte en una terraza y observarles. Que, por otra parte, es lo que les gusta. Que les miren, que les reconozcan. Ojoooo, que soy triatleta. Pero…. no se daran cuenta del ridiculo que hacen?? Despues de la prueba, se calzan tambien la camiseta de finisher para dar el paseito. Tiene un ligero inconveniente, y es que una vez en sus casas, tienen que dormir 3 dias haciendo el pino para que la sangre les vuelva a bajar a las piernas. Y viendo la cara de estreñimiento y seriedad que llevan muchos flipatletas en la bici, estoy casi convencido de que muchos llevan otra media de compresion en el pakete. Es que no se entiende muy bien el careto que gasta la gente. Tambien podria ser una cuestion de indigestion. El carbohidrato y la famosa carga de carbohidrato. No es posible que la gente sea capaz de asimilar tanto macarron. No me lo creo. Una semana antes de una prueba el flipatleta empieza con la carga de carbohidrato. Tengo ganas de que alguno comente no solo la carga, sino tambien la descarga. Porque la descarga tiene que ser brutal. Y de esto nadie habla. Macarrones supersonicos. Igual por eso alguno te pasa como incendiao en la bici. Descarga supersonica de carbohidrato. Y prefiero no hablar del tema de la hidratacion. Tanto gel, tanta bebida isotonica, tantas sales y tanta historia. Para esto yo he encontrado una solucion mas practica. Me bebo sin querer uno o dos litros de agua en el sector de natacion y tengo sal para 3 o 4 carreras. Al final te ahorras tambien un dinerillo.
Tecnologicamente, y como contrapunto, encontramos otro especimen. El navarro. Este me gusta mas que el flipatleta. Pura esencia. Se rige por una maxima tan antigua como efectiva: “mariconadas las justas”. Es un tio simple y sencillo. Pero muy brutico. Se la soplan los wattios, pulsometros y demas mariconadas. Puede meterse un besugo y 3 cubatas la noche antes de un triathlon, para acabarlo despues sin despeinarse. Desgraciadamente, se es o no se es (to be or not to be). Esto no se entrena ni se consigue. Nosotros tenemos dos. Se les distingue facilmente. Son los de la bici de hierro con los cambios en el cuadro.
En cuestion de reglamentacion, el flipatleta tambien esta a otro nivel y se considera lo suficientemente ilustrado para criticarlo todo, que si el agua esta fria, que si esta caliente, que si nadie ha medido la temperatura, que si hacen drafting, que si no hacen, que si las boyas estan mal puestas, que si los jueces son tuertos, … Y es curioso, porque nunca ves a los buenos criticar nada. Por ejemplo, si preguntamos a los 5 primeros del challenge de Vitoria sobre la modalidad de relevos… seguramente se la sople. El flipatleta, sin embargo, se encuentra inmerso en la discusion filosofica: “se puede considerar triathlon a la modalidad de relevos???” Es gracioso simplemente pensar en la causa. Quizas no puede aguantar que el publico vea su cara de sufrimiento en el marathon junto al semblante fresco y sonriente de un relevista. Quizas le putea sobremanera que el publico no pueda distinguir a un verdadero iron-man de un simple relevista. Piensa que se esta engañando al publico???, no sera un trauma infantil, cuando tambien le engañaban en la cabalgata de reyes???.
Y, dicho todo esto, no me queda mas que adjuntar un sencillo checklist para el que tenga dudas acerca del tipo de triatleta que es:
Pregunta 1: Tienes licencia de profesional?
SI – entonces eres un triatleta profesional
NO – Pasa a pregunta 2
Pregunta 2: Has nacido en navarra?
SI – entonces eres navarro
NO –Pasa a pregunta 3
Pregunta 3: Reconoces que eres un globero?
SI – entonces eres un globero. Ganes o pierdas, disfruta del triathlon, campeon.
NO – Flipatleta, eres un jodido flipatleta. Da igual, no lo pienses, no tienes remedio. Pasa a preguna 4.
Pregunta 4: De verdad crees que no eres un flipao?? Te resistes a pensar que eres un flipatleta?? A ver con esta pregunta si caes. Has corrido algun triathlon con el tritraje de la seleccion española sin ser profesional?? Has caido, jeje, eres un autentico flipao.
Bueno, nos vemos la temporada que viene. Voy a ver si me agencio unas medias de compresion, un medidor de wattios y un plato ovalado. Y para los poetas y sentimentales, recordad otra cita epica que os puede venir bien en los duros entrenos que nos esperan este invierno: “digan lo que digan, los pelos del culo abrigan”. Salud y a entrenar fuerte, flipaos.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Fuerza de voluntad algo floja

Son las 3 de la mañana y tengo ganas de dar por culo.


Mirad esa tira “cómica”. ¿No os sentís identificados? La mayoría deberíais.

¿Por qué? Bueno, pues porque sois el vivo reflejo del yonki del teléfono y las redes sociales.

Os llenáis la boca (virtual) de palabras bonitas. “Dile a alguien que le quieres porque mañana podría ser demasiado tarde” rezan vuestros muros. ¿Cuántos les habéis dicho a alguien que le queríais sin esperar nada a cambio? ¿Sin esperar un “yo también” como respuesta?

¿Y de las metas de la vida? “Yo quiero trabajar de tal cosa”. ¿Qué esfuerzo real le habéis dedicado, los que en épocas de exámenes no os desengancháis de nada, no os perdéis una juerga y vais al examen morenos color caoba? ¿Dónde está vuestro esfuerzo y dedicación?

“Hay que ser fuerte en la vida”. Muy bien, muy bonito. ¿Qué haces tú por tu vida, más allá de la autocompasión? Nadie va a arreglar tu vida. Vas a contar con todo el apoyo que necesites de la gente que verdaderamente va a estar ahí. Pero el camino lo tienes que andar tú. Y ahí estás, parado, lamentándote de ti mismo.

¿Qué a mí me salen las cosas bien? Pues claro que me salen bien. Cuando tengo que estudiar, estudio, no hago el idiota por internet. Cuando tengo que superar un obstáculo, me apoyo en mis amigos, no relego en ellos la responsabilidad. Y sí, he sido tan idiota de decirle a alguien que le quería sin esperar un “yo también” a cambio. Y me he llevado cada respuesta que ni os la cuento, que bastante ridículo he hecho ya.

¿Quieres seguir lamentándote? Bien. No te voy a quitar yo ese dudoso placer. Pero recuerda: si no consigues lo que quieres (ser feliz, sacar unos estudios, lo que sea), la principal razón eres tú. Y esto os lo digo a pocos días de saber si soy licenciado o no. Porque si hay algo que estoy seguro que me ha llevado hasta aquí soy yo. Me he apoyado en amigos y familiares, pero a veces la decisión difícil es simplemente decirle a alguien “necesito ayuda con esto”. Pero claro, eso conlleva al hoy por mí, mañana por ti, que no nos va tampoco demasiado…


En fin, son las 3 de la mañana y no puedo dormir. No es buena hora para escribir.

martes, 3 de septiembre de 2013

Lunes 2 de septiembre, un día clave

Interrumpo mi abstinencia porque hoy ha sido un día peculiar.

Hoy he acabado las que hasta ahora han sido las clases particulares más gratificantes que he dado, y el listón no está bajo. Pero, como muchos sabéis, me quiero doctorar en análisis funcional, y para alguien como yo, tener la oportunidad de dar clases de una materia tan avanzada y que encima te gusta, no tiene precio. Por si fuera poco, mi alumno me ha hecho un pequeño regalo de despedida. Gracias a gente como él consigo olvidar a gente tan poco comprometida como todos los demás que me iban a llamar en verano y no supe nada de ellos.

Hoy va por ti, Juan. Espero que tengas mucha suerte mañana, porque desde luego mereces aprobar y a lo grande.

Además, un día como hoy, a estas alturas ya, tendré una buena idea de si soy licenciado o no. Mi examen es el día 9, y lo espero a la vez con ansias y miedo. Llevo una preparación espectacular gracias a la inestimable ayuda de Lolo, que además de buena persona y mejor amigo, ha sido un profesor como, simplemente, no los hay. Además, voy a tener el placer de colaborar con él en revisar, ampliar y publicar sus apuntes de EDP.

Así da gusto hacer matemáticas. Apruebe o no, gracias Lolo. He disfrutado del camino independientemente de cómo sea el final.

Ahora me queda una semana muy dura, de mucho trabajo y mucho estudio, quizás más de lo que he tenido que hacer en toda mi vida. Y creedme que en Alemania trabajé infatigablemente, al igual que en Sevilla. Pero esta vez es distinto. La recompensa ahora es el mayor paso de lo que llevo de vida, por lo que no se admiten traspiés. Comienza la recta final y esta vez ganaré.

Gracias a todos los que me estáis mostrando apoyo en estos momentos. Para mí es más importante de lo que parece o expreso. Gracias a todos los que me saludan, me hablan para quedar para tomar algo o cenar, o simplemente me saludan por algún chat. Nos veremos pronto, y con un buen motivo de celebración.

martes, 30 de julio de 2013

Felicidades


Héroes entre nosotros

Hoy le quiero dedicar un rato a cierto tipo de personas que pupulan entre nosotros. Son gente aparentemente normal, pero interiormente extraordinaria.

Pongámonos en contexto. Que la vida a veces nos lleva a callejones sin salida no es algo que yo os descubra ahora. Me refiero a esas veces en las que tomes la decisión que tomes, alguien sale malparado.

Por lo general, también son situaciones en las que un “pequeño” dolor a tiempo evita un dolor mayor a largo plazo. Uso comillas por lo poco cuantificable que es el dolor, pero espero que entendáis a qué me refiero.

Pues esos héroes de los que hablo son la gente que tiene la suficiente voluntad para hacerle daño a alguien que quieren solo por no hacerle más daño luego. Y a ellos les dedico este breve escrito.


Tener superpoderes está bien. Pero eso es jugar en modo fácil =)

jueves, 18 de julio de 2013

No hay que perder la ilusión

Estos días estoy viendo mucha gente afectada por el tema de parejas. Gente que se vuelve recelosa debido a que alguien les ha hecho daño. Frases ya típicas y tópicas como “no quiero entregarme, no vaya a ser que me hagan daño” o “yo es que ya no confío en los tíos/las tías porque son unos [introduzca aquí adjetivo al gusto]”.



Hoy, aquí y ahora, quiero dar un poco de ánimo a esa gente. Está bien llorar si te hacen daño, aunque sea por desahogarte. Como dijo una gran persona, todos hemos llorado por una cebolla que no merecía la pena. Pero eso no es excusa para perder la ilusión y la esperanza. Porque siendo receloso solo conseguirás que el día que se te plante delante la persona adecuada para ti, le digas que no “porque te han hecho mucho daño”. Y le habrás dicho que no a la persona que podía hacerte más feliz de lo que nunca has sido solo porque alguien inadecuado te hizo daño.

Además, dejar que esa persona tóxica te haga daño significa dejar que te gane, que quede por encima de ti. Esa persona que no te merece te ha condicionado, y está en tu mano que eso no sea así. ¿Qué me hiciste daño? Ya la vida te lo pagará si es oportuno, yo no voy a perder más tiempo contigo ni con tus recuerdos. Ahora eres parte de mi pasado, y mi yo es el yo presente, no el pasado ni el futuro.

Al menos yo lo veo así. Pero sobre todo, mientras sigues tu búsqueda de “esa persona” (que habrá quien no busque eso, en ese caso, que sustituya “esa persona” por lo que busque), tienes amigos y familiares, gente con la que pasarlo bien. No os voy a decir que esperéis sentados al amor de vuestras vidas, al revés, os insto a que busquéis, pero lo busquéis de verdad. Y mientras, lo paséis bien.


Nos vemos este finde en el Alrumbo y si no, como suele decirse, por los bares.

jueves, 20 de junio de 2013

Poned los pies en la tierra

Hace tiempo que no actualizo, y hoy lo voy a hacer recuperando las palabras de una persona, Maria José, que he redescubierto milagrosamente. Básicamente, volved a poner los pies en la tierra:

Los que os creéis que estéis solos probablemente estéis muy equivocados, siempre, siempre, siempre, hay alguien por ahí preocupandose por vosotros.

Otra cosa y no menos importante, los que os creéis que estáis con un overbooking o como se escriba en vuestro grupo de contactos denominado "enemigos" estáis equivocados pero vamos, quería aclarar que no es que tengáis enemigos, tenéis gente que pasa hasta el culo de vosotros, que le sois indiferentes.

Por último, los que os penséis que tenéis más amigos que granos de arena hay en la playa no os flipéis tampoco, sed selectivos que todos sabemos que lo bueno por desgracia no abunda.

Grandes palabras de una mejor persona. Se echan de menos los adjetivos "fricoso" y "hevilongo".

jueves, 13 de junio de 2013

Hoy

Hoy he vencido mis miedos

Hoy es un gran día. No solo he hecho un examen con amplias probabilidades de aprobar, aunque sea una optativa, lo cual ya está bien.

Hoy me he levantado después de muchas pesadillas soñando con gente en la que no quería ni pensar, he dicho “basta”. He afrontado mis mayores temores y hoy, después de mucho tiempo, he salido victorioso.

Hoy me he enfrentado a mi peor pesadilla: yo mismo. Cualquier cosa que me atormenta lo hace porque yo lo he permitido todo este tiempo. Pues bien, ese tiempo se ha acabado hoy.

Hoy he mirado en lo más profundo de mi corazón y he encontrado un monstruo empozoñando mis pensamientos y mis sentimientos. Pero ya no lo volverá a hacer, porque hoy ese monstruo ha muerto. Mi espada ha sido mi voluntad y mis ganas de estar bien, y mi escudo, como de costumbre, toda la gente que me ha apoyado. Si hoy he sido fuerte ha sido sin duda gracias a vosotros. No tengo palabras ni gestos de agradecimientos suficientes.


Hoy empieza una nueva vida. Hoy tengo un miedo menos. Y una asignatura menos, que también se agradece =)

martes, 4 de junio de 2013

Nuestra vida la controlamos nosotros

Hace unos días quedé con un amigo, Juan. Me dijo “voy a tomar un café, ¿te vienes?”. Yo pensé que iba a quedar con más gente, así estábamos todos de guay.

Cuando llegué resulta que estaba solo él. Había quedado conmigo solo porque yo le dije “me vendría bien alguien con quien hablar”. No sé si apreciáis el cariz de esta situación. Normalmente la gente no te escucha. Están demasiado ocupados consigo mismos, incluso si todo les va bien, como para hacer algo por ti. Pues Juan quedó conmigo solo para escucharme un rato.

Hace tiempo que mi cerebro no está por la labor de ayudarme. Todos tenemos miedos personales asociados a cosas o eventos. No sé si os pasa (espero que no) eso de ver una palabra asociada a alguien y que se te acelere el pulso. Y no precisamente por emoción, sino porque una oleada de recuerdos de dudoso agrado se vienen como un tsunami arrolla una ciudad entera.



Pues bien, ha llegado el momento de decir basta. Estoy harto de esto. De recuerdos malos que deberían ser buenos. De no querer ni nombrar a alguien como si fuera Voldemort en el mundo de Harry Potter. Ese némesis va a dejar de serlo.

¿Por qué? Pues porque cuento con gente como Juan. Hermano, eres grande como pocos. Tu vida vale más de lo que te imaginas, así que te dedico hoy unas palabras de un pobre desgraciado al que has ayudado más de lo que quizás nunca sepamos, ni tú ni yo. Cuento con más gente, y entre su apoyo y mis ganas voy a superar esta barrera.

Nuestras vidas son montañas llenas de obstáculos. Montañas que vamos a escalando conforme pasa el tiempo. Somos nosotros los que decidimos si quedarnos donde estamos o seguir escalando. ¿Por qué voy a escalar más? Pues porque no me conformo con ver un trozo del paisaje. Yo quiero ver el mundo entero. No me conformo con menos. Y el mundo solo lo veré desde la cima de mi montaña, donde estará esperándome toda esa gente que en algún momento que estuve a punto de caer me tendió la mano y me regaló una sonrisa.


Incluso en los momentos figurados, las palabras no son siempre necesarias.

martes, 28 de mayo de 2013

Otras rallada a la cuenta, por favor. Esta vez con agradecimientos.

Hoy vengo de un humor raro. Si no queréis aguantarme, os lo digo ya.

Hay etapas en la vida. No voy a descubrir América diciendo eso, solo quiero hacer hincapié. Y las etapas las tenemos cada uno a distinto ritmo, pero no podemos evitar compararnos.

Se casa un amigo, otro tiene un hijo, etc. Este tipo de cosas, obviamente, te hacen pensar. Pero me he dado cuenta que hay una que se lleva la palma, nunca mejor dicho: cuando alguien de tu edad se muere.

No voy a entrar en detalles porque no va por ahí la cosa. Pero sí que piensas “¿Y si yo me muriera hoy qué quedaría de mí?”. Y bueno, a mí me ha tocado hacerme esa pregunta.

Como sabéis los escasos seguidores de mi blog, mi vida últimamente no ha sido un camino de rosas. He metido la pata no pocas veces y, como es ley de vida, el mayor perjudicado siempre soy yo. Pero al menos hay un error que he cometido poco: engañarme a mí mismo. Me compadezco de los que lo hacen reiteradamente, porque la ostia que se van a comer no va a caber ni en la Sagrada Familia (¿lo pilláis? Ostia, como lo que dan los curas en las iglesias)
 
También he de agradecer a todos los que han estado aguantándome mil y una tonterías. Empezando por mi familia, lógicamente, siguiendo con mis amigos y todo el que simplemente sea colega pero ha estado apoyándome.

Y hoy en particular va dedicado a una persona que lleva conmigo muchos años. Y en esta prueba de fuego de nuestra amistad, ha sido como calmar una hoguera con el agua de una presa. Su nombre es Blanca. No lo olvidéis. Es de las personas más grandes que tenéis la oportunidad de conocer.

A los que habéis estado conmigo, en especial a Blanca, os dedico esta canción. Nunca estáis solos. Me tenéis a mí, sea mucho, poco o nada.




You're not doing this alone

jueves, 16 de mayo de 2013

Cómo conocí a vuestra madre… y lo mal que lo pasé por el camino


Ayer terminé de ver la octava y penúltima temporada de Cómo conocí a vuestra madre. Aviso a navegantes: hay altas dosis de SPOILER en lo que voy a escribir a continuación, así que si no lo habéis visto, no leáis esto. Podéis pasar a la entrada de abajo, donde hablo un poco del tema pero con menos spoilers (diría que sin ninguno en realidad).

Mucha gente ha dado su opinión sobre Ted diciendo cosas como que es un pringado, que vaya tela con el tío… en fin, muchas y muy diversas opiniones que no voy a citar. Y hoy vengo a dar la mía. Por supuesto, yo no me conformo con una frase. En eso me parezco un poco a Ted. Yo tengo que escribir una entrada entera en el blog. Pero empecemos por el principio:

Ted es idiota.

O como suele decirse, de bueno, tonto. Pero no voy a adelantar acontecimientos. Primero quiero volver a la primera temporada, al final del último capítulo.

Ted lleva toda la temporada intentando salir con Robin. Ha hecho estupideces entrañables que hacen que uno se pregunte por qué Robin no acepta. Se supone que Robin es una chica poco romántica que no sabe/quiere apreciar ese tipo de cosas. Contra todo pronóstico (o no), Ted lo consigue.

Por otro lado, la trama se centra en Marshal y Lily. Lily no ha cumplido sus sueños de ser artista, y se siente que con Marshal no puede hacerlos a causa de la boda. No va a tener tiempo para nada una vez que estén casados. Todo esto a espaldas de Marshal.

Así que al final del capítulo, cuando Ted vuelve de casa de Robin en taxi, se da una de las escenas que más encogen el corazón de las que he visto jamás en mi vida, con esta música de fondo.



“Robin, tienes que bajar. ¡He hecho llover! Eso es lo que he hecho hoy”.

“A la mañana siguiente, mientras volvía a casa, la ciudad parecía la misma, la gente parecía la misma, todo parecía igual. Pero no era así. En una noche, todo había cambiado.”

Y al acabar esta frase, vemos cómo Ted se baja del taxi y se encuentra a Marshal en las escaleras de su casa, bajo la lluvia, con el anillo de compromiso en la mano. Y sin poder hacer nada, la realidad golpeó a Marshal con toda la fuerza con la que te puede golpear.


Volvamos ahora a la octava temporada.

Robin ahora anda buscando un colgante que enterró hace 20 años para llevar “algo antiguo”, como una reliquia. Llama a su padre para que le ayude a buscarlo y le falla. A continuación, llama a Barney y dice que está ocupado (jugando al laser tag con el padre de Robin). Os imaginaréis a quién llama después. Sí, a Ted. “Robin, tengo una cosa que hacer”. Una entrevista de trabajo. A lo que ella responde “No te preocupes, no es importante”.

Lo que pasa a continuación es de los momentos más predecibles de la serie: Ted va a ayudar a Robin. Él lo describe mejor que nadie cuando dice que si hay lo más mínimo que esté en su mano para hacerla feliz, no dudará en dejarlo todo por hacerlo. Bueno, hace nada que ha dejado una entrevista de trabajo bastante importante.

¿Qué nos enseña entonces Cómo conocí a vuestra madre?


Que puedes hacer lo que te dé la gana. Ser un golfo de la vida y tratar al mundo como quieras, que al final, los “malos” se salen con la suya. Basta con redimirte un poquito y ala, el mundo a tus pies. Consigues la chica que quieres, el trabajo que quieres o, en general, lo que quieras. No hace falta ser honesto.

Pero hay una segunda lectura, escrita entre líneas y oculta a simple vista. Que Robin podía elegir la caja o el barco. Y, como es costumbre, eligió la caja. Puede que “la caja” sea esa persona con la que tienes algunas aficiones en común, pero cuando se trata de momentos importantes, es “el barco” quien está con ella. Pero claro, te dejas llevar porque con “la caja” puedes hacer un hit those five muy coleguero.

Si Ted era idiota, Robin es estúpida.

En la serie nos venderán la moto de que al final todo sale fantástico. Los que hayan visto los últimos capítulos sabrán a qué me refiero (por qué el colgante no está en la caja). Pero en la realidad, las cosas no van así. Robin no solo eligió mal decidiéndose por “la caja”, sino que ya no puede volver atrás y elegir “el barco”. Por una razón muy simple: nada de lo que hagas hará que ya “el barco” sea una segunda opción que se ha desvivido por ella y ella no lo ha apreciado.

De algún modo, me siento identificado con Ted. Yo mismo he sido parte de una relación asimétrica donde mi pareja era mi mejor amiga. Yo he sentido lo que siente Ted cuando eres capaz de hacer lo que sea por esa otra persona. Luego me di cuenta de la realidad, de esa asimetría donde solo yo estaba dispuesto a eso. Pero mientras no lo vi, mientras creía que los dos éramos iguales en ese sentido, fui feliz.

¿Por qué no ir de macarra de la vida? Porque es una forma pobre de actuar que te traerá cosas pobres. No solo hablo de tu pareja, sino en general de todo. Si eres una persona que menosprecia a los demás, no entablarás buena relación con nadie a quien le guste que le aprecien. Pero si tratas bien a los demás, un día te encontrarás con alguien a quien le guste eso. Un amigo, una pareja o simplemente un compañero de trabajo. Y entonces tendrás una relación con esa persona mucho más íntegra de lo que ningún “macarra” barato vaya a tener jamás.

Si alguien ha entrado creyendo que iba a leer algo interesante y se ha encontrado estos dos ñordos, siento la decepción. Ha sido un día extraño y necesitaba soltar esto, aunque sea para darme a mí mismo un mensaje de esperanza. El mensaje de que, igual que Ted, cuando encuentre a “la madre de mis hijos” (si algún día los tengo), será la persona adecuada. Y mientras, espero forjar una buena historia que contar algún día.

martes, 14 de mayo de 2013

Crisis de identidad en Legend of Zelda


Hace poco me terminé, por fin, el Zelda Skyward Sword. Y he de decir, por mucho que me pese, que Nintendo tiene una seria crisis sobre cómo enfocar su juego a nivel narrativo. Me explico.

Si quieres contar una historia, tienes varias formas de hacerlo. Puede ser graciosa, épica, puedes darle forma de cuento y muchas más. Pero me voy a centrar en estas tres formas, porque este Zelda se queda en un quiero y no puedo con respecto a las tres.



Quiere ser épica porque estás contando una gran historia. La primera vez que Link se enfrenta al mal y cómo surge toda la leyenda alrededor del personaje de gorro verde y la princesa Zelda.

Quiere ser graciosa, dándole toques de humor y expresiones coloquiales. Imagino que con la intención de que al jugador le resulte una forma de hablar más cercana y se sienta identificado.

Por otro lado, quiere contarte un (gran) cuento donde muchas cosas suceden por arte de magia y hay no pocas florituras: que si un baile para adornar una pequeña ceremonia, que si un ritual para darte un objeto, etc.

El problema, como he dicho, es que estos elementos interfieren entre sí. Os pongo un ejemplo.

Hay un momento en el que un dragón os tiene que enseñar un trozo de una melodía para invocar a bla, bla. Lo que sea. Primero tienes que darle un jarabe, porque tiene la garganta mala. Pues cuando se lo das comienza a dar brincos por el aire como un loco y te suelta una frase tal como “es que a los dragones MILENARIOS también nos pueden los achaques de vez en cuando”. Pues con esa tontería te has cargado el que podría haber sido un momento épico del juego. Huelga decir que el bailecito y las frases coloquiales sobran cuando vienen de un dragón milenario. Un dragón que, por cierto, te trata de “campeón” constantemente. “No está nada mal, campeón”…



He de decir que no es la primera vez que le pasa a un Zelda. Los de la Nintendo DS son simplemente horribles en este sentido. Porque este Skyward Sword al menos sí tiene momentos de grandeza contra jefes grandotes, por ejemplo. Los de la DS son un constante pitorreo, con personajes estúpidos que no aportan nada en mi humilde opinión.

¿Tan difícil resulta dejar los personajes “graciosos” y las florituras fuera de los momentos épicos? Igualmente, tampoco hay que engrandecer un momento irrelevante de la historia.

Pues francamente, con el dinero que tendrá Nintendo, no debería ser difícil contratar a alguien que haga bien este trabajo. Ahí tenemos otras historias como la de Cómo conocí a vuestra madre, donde en un mismo capítulo puedes hartarte de reír y luego de llorar por el giro de la trama.

¿Significa esto que es un mal juego? En absoluto. Es solo que recuerdo cuando Saria te da la ocarina de madera en el Ocarina of Time o todas las veces que tenías que impedir que la luna se estrellara contra la tierra en Majora’s Mask. O en la misma Wii, el Twilight Princess y lo bien diseñado que estaba el personaje de Midna, con su arrogancia y sus complejos. Y con esto, llegamos al Zelda del 25 aniversario y bueno… digamos que defrauda.

Y por cierto, a ver si hacemos monstruos que impongan un poco más, que algunos dan risa.



Dejando esto de lado, he de decir que el sistema de juego me ha gustado mucho. Se le da importancia a cómo blandes la espada y hay monstruos a los que tienes que atacar desde un cierto ángulo. Cuando consigues dominarlo, es un sistema muy gratificante.

Los gráficos son bastante impresionantes, sobre todo con el efecto que emborrona los elementos que están más alejados del centro de la pantalla o están lejos del personaje. Son detalles, pero la verdad es que queda muy bien.

El diseño de los niveles y mazmorras también es bastante entretenido. Aunque he de decir que a veces se hacen un poco tediosos. Personalmente, también creo que el mapa, a pesar de lo grande que es, se hace repetitivo. Creo que recurren demasiado a zonas ya conocidas para que las vuelvas a recorrer con los objetos nuevos, a ver qué encuentras.

Y de la duración, qué decir. Solo llegar a las mazmorras es ya una mazmorra en sí. Aquí apenas hay caminos rectos y lisos (una de las razones por las que no tenemos caballo en este Zelda). Todo es montañoso, escarpado y con pasadizos y desniveles. No es ni bueno ni malo, solo distinto. A mí me gustaba montar a caballo por las llanuras y praderas, cosa que no se consigue recrear igual de bien montando en pelícaro por los cielos (que por cierto, el control del bicho ese a veces deja que desear).

En definitiva, un gran juego a pesar de los defectos que tiene. Eso sí, no esperéis un Ocarina of Time, porque no lo vais a encontrar. Es un buen juego de aventuras que si no se llamase The Legend of Zelda, habría arrasado mucho más. Pero si llevas un nombre como ese, hay que estar a la altura de las circunstancias. Y no sabría decir si este Zelda lo está.

lunes, 6 de mayo de 2013

Dejar atrás las cosas que se quedan atrás


Estoy pasando por un momento de cambios. Muchos cambios.

Esta mañana ha terminado mi colaboración con Arena de Juegos. Esta web, que comenzó siendo mi primer “trabajo” como tal, ha sido al final mucho más que eso. Gracias a esta web, conocí a Sito, que empezó como jefe y ha terminado siendo un amigo.

Gracias a esta web, me hice árbitro de Magic. Y gracias a ello, conocí a muchos árbitros que luego adquirieron el subtipo “amigo” además de sus otros tipos de criatura. Una comunidad aparte (por desgracia, pero todo se solucionará) de la comunidad de jugadores.

También me ha servido para afianzar mi amistad con gente tan fantástica como Nono, Rafa o Esquizombi. El primero ya era un conocido del cartón, el segundo de los foros y al tercero ni lo conocía. Como ya he comentado por ahí, habéis sido unos fantásticos compañeros de viaje. Igual que otros colaboradores más puntuales. No sé si volveremos a Arena, pero si no volvemos no pasa nada. Será un buen recuerdo para la posteridad.

Desviándonos un poco del tema, la sensación que he tenido con este tema ya la he vivido. El otro día, haciendo Body Combat en mi casa, me puse canciones antiguas, de cuando empecé a hacerlo. Y me acordé de los primeros meses de BC. Es la sensación de saber que esas canciones y la mayoría de esa gente no volverá. Pero no pasa nada. Es un recuerdo bonito.

Si alguien tiene la paciencia de leerme asiduamente (más allá de mi fiel ahijada ¡hola Irene!), leería el otro día que las cosas importantes no requiere gente importante para ser recordadas. Pero algo tan aparentemente banal como una clase de gimnasio para mí fue muy importante. Me sirvió para salir del pozo de mierda en el que estaba sumergido por aquel entonces. Y si no hubiera sido por la gente fantástica que allí estaba, no habría sido lo mismo. Empezando por Alberto y siguiendo por los compis de clase, que me vais a permitir no nombraros porque sois muchos.

En definitiva. Ahora siento que se va una época que no volverá, seguramente. Y es una sensación que puede parecer mala, porque solo echas de menos eso que se va. Pero no es así. Si sientes que vas a echar eso de menos, es porque tienes algo bueno que recordar. Lo recordaré bien, tanto mi etapa en Arena de Juegos, ahora sustituida por Tierra Mixta, como el gimnasio o cualquier otra situación similar. Ya llegarán otras cosas igualmente dignas de recordar.


domingo, 5 de mayo de 2013

Los grandes momentos no necesitan grandes personas

Cómo conocí a vuestra madre es una gran serie. Sí, está un poco en decadencia y tal, pero lo cortés no quita lo valiente. Es una serie que te hace sentir y te mete de lleno en los personajes. Y hay que tener maña para hacer eso en los absurdos contextos que la serie nos brinda.



El otro día vi un capítulo en el que trataban lo que querrían que fueran sus últimas palabras debido a la muerte de un personaje. Todos tenían un trauma con este tema porque querían que sus últimas palabras fueran algo épico y grande.

Pocas veces he disentido en opinión con respecto a HIMYM. Normalmente creo que detrás de la sit com con toques de absurdo se esconden grandes verdades, como cuando Ted insinúa que una persona es la adecuada cuando podemos y queremos no solo sus virtudes, sino también sus defectos.

Pero en este caso no estoy de acuerdo con la serie, como digo. Lo bonito de una relación entre dos personas, ya sea sentimental, familiar o la que sea, es hacer extraordinario lo ordinario. Las situaciones épicas se recuerdan por sí solas, no hace falta gente que las engrandezca a su alrededor. Que si las hay mejor, pero hacer no hacen falta.

Pero si tomas algo que es vulgar para todo el mundo y consigues que para ti y la otra persona tenga un significado especial… amigo, eso no sale solo. Ese gesto, palabra o situación que has convertido en algo extraordinario lleva imbuido un poco de ti y de la otra persona. Por eso es especial solo para vosotros. Pero también es por eso que tiene más valor de lo normal.

Digamos que es como llenar un vaso de agua grande es más difícil que un vaso de agua pequeño, pero luego vas a tener más agua cuando quieras beber.

Concuerdo con muchos de vosotros, queridos lectores, en que los oscuros rincones de mi mente que llenan este lugar con nombre lúdico a veces son tediosos. Dicho en román paladino, que soy un “hartible” a veces (y no tan a veces, lo sé). Pero hoy tengo un pensamiento positivo: no penséis que lo que os rodea no es tan grande como las situaciones que vemos en las pelis o series.

Lo cierto es que no es igual. Probablemente sea mejor. Porque es personal. Una serie o película tiene que tomar situaciones genéricas y hacerlo lo mejor posible. En HIMYM lo hacen bien. Pero nada de lo que sale en esa serie ni en ninguna otra puede hacerme sentir nada parecido a las cosas que yo he sentido. Y si lo hace, lo hace evocándome un recuerdo mío.

En definitiva, ser nosotros ya es extraordinario. Solo tenemos que saber verlo.


viernes, 3 de mayo de 2013

La apariencia no es importante


Imaginaos a un pipiolo de 17 añitos, así, heavy y tal. Va por la calle con sus amigos, todos uniformados de negro + grupo heavy en el pecho. Pasa un cani y la conversación es inevitable:

-          Mira el cani ese de mierda, con el chándal y los oros

¿Creías que es porque es un cani? ¡Te equivocabas!

-          Mira el pijo ese de mierda, con el polito y sus mariconadas.

Eso sí, si alguien le dice que es un impresentable vestido íntegramente de negro, suelta esa maravilla de frase:

“Es que no respetas mi forma de vestir”.

¿Qué la apariencia no importa, dices? Amigo, tengo alguien que quiere decirte algo…



Quizás alguno piense “hombre Enrique, eres un poco exagerado con el ejemplo que has puesto”. Más quisiera. Es un ejemplo tan real como que no solo lo he presenciado, sino que he llegado a protagonizarlo. Es lo bueno de este ejemplo, que no podéis decirme que eso no sucede porque sé que sí :P



En efecto, la apariencia es importante. ¿Hasta qué punto? Bueno, eso ya depende de muchos factores.

La apariencia sí dice cosas de la gente. O al menos cómo son, probablemente. Si vemos a ese “pijo” con su polito, seguramente le gustan los polos. A lo mejor no, a lo mejor solo le gusta ese y el resto le parece roña. Quién sabe. Pero si dijéramos que le gustan, no es una afirmación descabellada.

Si me preguntáis mi opinión (que si no la queréis saber, no sé qué hacéis aún aquí), la apariencia es, en cierto sentido, un reflejo de lo que somos, no de nuestros gustos. Muchos sabéis de qué pie cojeo ya, pero quien no me conoce se sorprende de que yo sea friki o me guste un estilo de música llamado trancecore. Porque no me pega.

Creo que hay afinidades entre las personas más allá de los gustos. No tengo aspecto de friki porque no me llevo bien con el estereotipo de friki. Tampoco es que me lleve mal, es solo que para mí una afición se queda en afición, mientras que para el estereotipo de friki, esa afición es prácticamente su vida. Yo no caso bien con ellos como ellos no casan bien conmigo, simplemente.

Es complicado evitar los prejuicios sobre la gente. ¿Quién no ha pensado “este es gilipollas” nada más ver a alguien y luego se ha sorprendido al descubrir que es una persona maravillosa? También vale en el sentido opuesto: crees que alguien es buena persona y llega un momento en que no quieres ni verle la cara.

Vamos ahora a otro lado del asunto. Si bien he hablado desde “dentro” del heavy, voy a hablar también desde fuera. Yo hace pocos meses tenía el pelo largo, bien lo sabéis casi todos los que estáis leyendo esto ahora.

No voy a ahondar en el cómo lo sé, ni importa si no me creéis. Pero lo cierto es que cuando tenía el pelo largo, aunque no creaba rechazo como tal, era un rasgo que a la gente le impedía ser totalmente abierta conmigo. He notado una significativa mejora en las relaciones sociales desde que tengo el pelo corto. Al que no le molestaba realmente sigue sin molestarle que lo tenga corto. Pero a quien le chocaba, ahora no le choca. Y sí, amigos, hay gente a la que le choca el pelo largo, por mucho que nos pese.

Por mucho que nos pese. ¿Nos debería importar la apariencia o gustos de los demás? En la mayoría de vuestras lindas cabezas, un pop-up habrá emergido diciendo “¡claro que no!”. Ciertamente, si “aspecto” y “gustos” son dos variables aleatorias, lo cierto es que son independientes entre sí y con respecto a la variable “cómo es esa persona”.

Pero no lo vemos. Ni los heavys, ni los pijos ni los canis ni ninguna raza social. Para empezar, porque estoy diciendo que no hay razas sociales completas. Que alguien puede vestir pijo y gustarle el heavy.

En fin, queridos. ¿Qué os voy a decir yo? Cada uno es libre de hacer lo que quiera y juzgar a los demás como quiera. Eso sí, si al final no os aguanta nadie por ello, no vengáis a mí a llorarme. Aunque bueno, aquí no viene casi nadie ni a leerme, vais a venir a llorarme. Ni pa’ eso.

Bi japy.