lunes, 8 de abril de 2013

Te haces mayor


Podéis buscar en Google muchas formas de saber si te haces mayor: vas a la farmacia a por medicamentos en vez de condones, vistes con ropa de tu talla… en fin, mil formas. Creo que hoy he descubierto cuál es la real.

Te haces mayor cuando te encuentras con alguien que ha sido importante para ti. No estás bien, porque has pasado muy mala época y sigues sin estarlo. Por H o por B, sabes que esa persona tampoco. Y vuestra conversación se reduce a

-          Hola ¿qué tal?
-          Bien, ¿y tú cómo estás?
-          Bien también.
-          Me alegro de verte.
-          Y yo.

Y así, sin más, te vas. Los dos sabéis que el otro no está bien porque se os nota en la cara aunque estuvierais en la puta luna. Pero se establece una especie de código no escrito donde decidís, sin hablarlo ni haberlo dicho previamente, que no hablaréis del tema.

Hace nada era una persona importante y un día eres tan hipócrita que no sabes decirle “no estoy bien”. Solo te importa aparentar. No por dar envidia ni hacerle sentir peor a la otra persona. No se trata de eso. Eres un hipócrita contigo mismo.

En ese momento, tu vida ha dado un paso hacia delante. Porque hay que guardar las apariencias. Hay que parecer sereno y seguir andando, al fin y al cabo, eres una persona adulta. ¿Cómo vas a hacer caso a la voz de tu cabeza que te ruega que des media vuelta y vayas a hablar con esa persona de lo mal que estáis ambos y lo mucho que queréis hablar el uno con el otro? Ni que fuéramos niños. Y esa persona pensará lo mismo. Somos adultos. Y eso es lo que hacen los adultos. Guardar apariencias y ser hipócrita con uno mismo.

No hay comentarios: